UIA BIMP "La Grecia del Caribe".......
La Casa Blanca niega el
rescate financiero a la ‘Grecia del Caribe’
Puerto Rico ha declarado “impagable” su deuda de 72.00 millones de
dólares
Silvia Ayuso Washington 4 JUL 2015 - 20:46 CEST
Residentes de Puerto Rico escuchan el pasado
lunes el mensaje del gobernador delarando la deuda impagable / Joe
Raedle (Getty Images)
Mientras el
mundo mira preocupado hacia Grecia, otro drama muy similar estallaba en el
Caribe. La deuda pública
de Puerto Rico es “impagable”, reconocía su gobernador, Alejandro García
Padilla. La isla de 3,6 millones de habitantes debe 72.000 millones
de dólares a sus acreedores. Y no tiene dinero para pagar. Su estatus jurídico
le impide acogerse a la ley de quiebras y Washington no parece dispuesto a
ceder. La misma Casa Blanca que lleva insistiéndole a Europa que ayude a Grecia
ha descartado un rescate financiero para la isla.
Como en Atenas,
el endeudamiento de Puerto Rico no paró de crecer durante años para financiar
un gasto público muy superior a sus ingresos y tiene el dudoso honor de
ostentar la mayor deuda per cápita de todo Estados Unidos. Una elevada evasión
fiscal, problemas de corrupción y falta de transparencia son otros de los
problemas que comparten Grecia y Puerto Rico.
Al igual que los
europeos, Puerto Rico tiene una moneda, el dólar, pero sin capacidad para
aplicar una política monetaria propia. Su estatus jurídico de estado asociado a
Estados Unidos, tampoco le permite declararse en bancarrota, una opción a la que
se han acogido ciudades como Detroit
recientemente.
En palabras que
podría haber tomado prestadas del primer ministro Alexis Tsipras, García
Padilla advertía de una “espiral mortal” si la isla no logra estimular el
crecimiento. “El tamaño de esa deuda nos impide salir del ciclo de recesión y
contracción. No se trata de política, se trata de matemáticas”, sostuvo el
gobernador puertorriqueño que pide una reestructuración de la deuda.
Si las
consecuencias de una quiebra griega se podrían llegar a sentir en toda Europa,
las de una suspensión de pagos puertorriqueña podrían afectar a todo EE UU,
porque la gran mayoría de sus bonos se negocian en el mercado estadounidense de
deuda municipal.
Pero los
paralelismos acaban ahí. Para empezar porque mientras Grecia tiene claro a
quiénes debe dinero, en el caso de Puerto rico la deuda se distribuye entre una
miríada de bonistas —desde individuos a aseguradoras, cooperativas, bancos,
instituciones eclesiásticas o planes de pensiones— que hacen más difícil la
negociación, advierten los expertos.
Pese a ello,
García Padilla acaba de crear un “grupo de trabajo para la recuperación
económica de Puerto Rico” cuya misión es intentar lograr, explicó, “una
moratoria negociada con los bonistas para posponer, por un número de años, los
pagos de la deuda, de forma tal que ese dinero se invierta en Puerto Rico”.
A pesar de las
dificultades, la isla pagó el 1 de julio los casi 1.900 millones de dólares que
le tocaba ante el vencimiento de algunos bonos, consciente de las implicaciones
que tiene un impago de deuda.
Un informe elaborado por antiguos expertos del Fondo Monetario Internacional
(FMI) y del Banco Mundial trazó esta semana un duro panorama para
una isla que, afirman, no podrá eludir “tiempos difíciles”.
“Problemas
estructurales, shocks económicos y finanzas públicas débiles han llevado
a una década de estancamiento, emigración y deuda. Los mercados financieros
solían hacer la vista gorda ante estas realidades, pero desde entonces han
cortado a la isla el acceso normal a mercados. Una crisis se cierne” sobre Puerto
Rico, advirtieron.
El informe traza
una hoja de ruta que pasa por reformas estructurales para recuperar la
competitividad, una reforma fiscal y acciones para recuperar la “credibilidad
institucional”. García Padilla admitió la necesidad de hacer ajustes —aunque
rechazó algunas de las propuestas de los expertos, como pedir que se exima a la
isla de pagar el salario mínimo federal— y llamó a todos los sectores a “asumir
nuestra responsabilidad” y aceptar “sacrificios compartidos”.
Quien por ahora
parece hacer oídos sordos a su petición de ayuda es Washington. La misma Casa
Blanca que lleva insistiéndole a Europa que ayude a Grecia ha
descartado un rescate para la isla. Esta semana, las llamadas entre Washington
y las capitales europeas se han sucedido sin parar, urgiendo un acuerdo que
permita a Grecia seguir en el euro y preservar la estabilidad de los Balcanes.
Las miradas se
dirigen ahora al Congreso, con capacidad de modificar la Ley de Quiebras para
que Puerto Rico se pueda acoger a ella. Esto le permitiría a las empresas
públicas de la isla reestructurar su deuda en los tribunales de bancarrota como
hizo en su momento Detroit. En el caso de Puerto Rico, esa deuda asciende a
25.000 millones de dólares, es decir, un nada desdeñable tercio del total. Pero
una propuesta en este sentido sigue sin avanzar en la Cámara de Representantes
http://www.ameliarueda.com/nota/gobierno-quiere-aumentar-a-60-edad-para-pensionar-con-cargo-al-presupuesto
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